miércoles, 13 de junio de 2012

El Inicio del viaje

Le Corbusier, Unité d´habitation, Marselle
1945-52 Kindergarten on the roof of the building.

"Necesitamos un maestro, alguien a quien seguir durante toda la vida, eso es lo que ya no hay ahora. Ya nadie sigue a un buen maestro".

Somos capaces de modificar, de transformar la realidad. El arquitecto es alguien generoso en un mundo egoísta. Esto cree Ciriani que molesto dejó su país a los 26 años y decidió perseguir a su maestro; sabía que dibujando cada uno de sus trazos, visitando cada una de sus obras, el gran maestro iría incorporándose a su sangre, a su ADN. Ese gran maestro que a los 26 años aún no había hecho obra alguna, y que a diferencia de Ciriani, ya regresaba de un largo viaje era Le Corbusier, quien un año después de la llegada del peruano a Francia, se muere. Siete años después de la muerte de Le Corbusier los puntos se unen.

En 1968 París arde. El mismo Ciriani cuenta que se respiraba un aire de cambio, que los viejos se fueron (o los mandaron) a su casa y los muchachos estaban al frente. En este contexto, Ciriani es invitado por el arqutitecto Andres Gomís a dictar un taller de diseño, años más y el francés muere y Ciriani se quedará para siempre en Francia (cuarenta y tantos años después pensaría regresar a su patria).

Cuando el arquitecto Ciriani -después de haber estado alejado 46 años del Perú- entró a mi salón, por desgracia ni le conocía. Pensar que estuvo tan cerca pidiéndonos que le hagamos preguntas y creo -esperando equivocarme- que si hicimos alguna, fue mala. Recuerdo que Ciriani ese día habló de Keith Richards, de cómo la arquitectura abarca todo. Keith Richards cuando sube al escenario gira la mitad de su cuerpo para atrás, ése principio ha sido llevado a la arquitectura, "¿sí saben quién es Keith Richards, no?". Al día siguiente Ciriani hablaba contento sobre sus dibujos en el auditorio de nuestra universidad y bien engafado fue el más fotografiado esa mañana, si hasta me encontré con algunos "piuranos" en la conferencia. Todo un suceso.

Los genios son un poco raros y ya está comprobado que no necesitamos más genios dice el arquitecto Palomino. Ciriani es medio genio y es irrepetible. El arquitecto Chalo nos contó que en una oportunidad durante una entrevista que le hizo, le  preguntó -a Ciriani- sobre el espacio público en  el Perú. Según cuenta, Ciriani se descompuso instantáneamente, se notó -al toque- que entró en una depresión y así, sin más, se fue, "yo sólo veía como  Ciriani desaparecía. Esto le ha de afectar mucho". 

"Fragmentación, individualismo y desesperanza del espacio público en el Perú". Ese es el título que enmarca la cátedra que nos dio ayer el arquitecto Palomino, y hace referencia a la impresión que tiene Enrique Ciriani respecto a la relación hombre-ciudad y ciudad-sociedad en el Perú. Si hasta Ciriani cuenta que hay proyectos suyos esperando una mejor sociedad.

El arquitecto siempre está pensando en unir, en vincular, en ceder, en pensar, en hacer ciudad. Es alguien generoso en un mundo egoísta. La arquitectura es algo de suma responsabilidad, algo que muchos, incluso después de dejar las aulas universitarias, lo olvidan. La arquitectura es responsabilidad porque es un compromiso a nivel ciudad, así se construya una casita, ésta debe ser pensada como un fragmento que pertenece a un gran telar (como los antiguos mantos Paracas), hay que pensar, no de forma particular para el cliente, aparte de ello, pensar en el compromiso con la ciudad, pues la ciudad le pertenece a todos, y la ciudad es la posibilidad de transformar la realidad existente.

Tú tienes que encontrar la forma de expresar toda la fuerza de tu pensamiento. Tiene que haber al menos una obra tuya que hable por sí misma: "esto soy yo". Pues no sólo tiene un objeto la arquitectura, sino también un discurso. Hay que tener principios. Tienes que encontrar toda la fuerza que hay en ti.

Inicia tu viaje.

Por Cördova Gë


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