viernes, 25 de marzo de 2016

Quiero Verte

Una canción de La Renken.

Foto: Fb de la banda

Quiero verte hoy,
quiero verte siempre, quiero verte al despertar.
Quiero verte hoy, quiero verte siempre,
quiero verte una vez más, sí.

De mañana, al caminar, tu canción voy a escuchar;
junto a ti yo quiero estar,
junto a mí te quedarás.

Y también al trabajar, tú canción voy a tocar;
junto a ti yo quiero estar,
junto a mí te quedarás.

Tempranito al despertar y en la noche al acostar,
junto a mí tú vas a estar, junto a ti yo quiero estar
Quiero verte hoy, quiero verte siempre.

Quiero verte hoy, quiero verte siempre.

El tiempo y la hora no importan, contigo siempre hay forma, 
siempre hay forma de encontrar una salida,
pones luz a mi vida.

En cada beat, en cada wait, cuando hace click en cada chat.
Eres el playlist, nada de spam, es el archivo que quiero descargar.
Me dices: "sí", te digo: "ya". Y pones vibras hacia al final.
Yo te digo: "mira ahora regreso, tengo que volver a trabajar".

De mañana, al caminar, tu canción voy a escuchar;
junto a ti yo quiero estar,
junto a mí te quedarás.

Y también al trabajar, tú canción voy a tocar;
junto a ti yo quiero estar,
junto a mí te quedarás.

Y también al despertar y en la noche al acostar,
junto a mí tú vas a estar, junto a ti yo quiero estar
Quiero verte hoy, quiero verte siempre.

Quiero verte hoy, quiero verte siempre.
Quiero verte siempre.





lunes, 8 de febrero de 2016

Urban Sketchers Chiclayo (II Parte)

Hospital Almanzor Aguinaga| Chiclayo, Perú.

Biblioteca en Chiclayo

Vivienda en Urbanización Patazca.

Edificio Multifamiliar| Ovalo Quiñones, Chiclayo. 
Multifamiliar frente al mar. Malecón de Pimentel 
Boceto rápido. Calle San José.

No tarrajeados.


viernes, 29 de enero de 2016

Tablero de Pedro


sábado, 26 de diciembre de 2015

Ripley


Elías Aguirre con Av. Balta. Chiclayo.
Artic Monkeys en el vaivén de un pie.
Con chiquillos mirones estorbando.
La mirada que intenta descubrirlo todo bien.
Spilling drinks on my sette.

martes, 15 de diciembre de 2015

Miraflores. Tarareando una cancion de "Mr. Cox"



- Párate y sigue peleando

Venía por ahí por Miraflores, como siempre, tarareando alguna canción que pueda ayudarme a ponerle soundtrack al momento. Hoy, el día se ha pasado bien rápido. Me dormí recién a las seis de la mañana (mala idea) para luego despertar y no poder pasar (por más que lo intentara) algún bocado de comida por mi garganta. No podía, seguro aún tenía mi ser, medio dormido, mediochueco. Una hora después ya fuera de casa, me encontré con un amigo que traía el dedo cortado por manipular mal la carne que preparaba para su almuerzo -siendo ya- tan tarde, pues eran más de las 4:00pm. Me entregó una receta de vegetales, le choqué las manos y finito me he venido caminando hasta el Estadio, ahí metiendo como loquito mi cabeza entre las rejas, mirando, acordándome de mi proyecto de taller, que no puedo dejar de pensar. Faltan 46 horas para calmar la hinchazón en el cerebro por la obligación del trabajo. Tal vez por eso he salido a caminar con la cabeza revoloteada y silbando: "No, digas nada, no ensucies tu calma". 

En saltitos de dos en dos -ya a solas para evitar la vergüenza- he subido las escaleras a mi dormitorio brincando. He encontrado a la gringuita (gata querida) sobándose en mis tobillos para que le rasque las orejas, le encanta eso. Estamos en el balcón y estoy hablándole a la gata que feliz ronronea sin prestarme atención: "Sólo quería salir a caminar a solas para ver las calles, las caras, recordar los sonidos y los chasquidos de dedos que a veces hago. Tener la excusa de escribir descaradamente para disimular otra afición persistente que agobia sin descanso: hablar solo".



(*) La canción a lo largo del tramo como intento aliciente para la tensión ha sido: Suenan mis tiempos (Mr. Cox). En la foto la banda de reggae chiclayana Mr Cox. Foto de su fanpage.

domingo, 1 de noviembre de 2015

XXX ANIVERSARIO FACULTAD DE ARQUITECTURA FAU-UDCH


1985 - 2015
30 años formando arquitectos



sábado, 31 de octubre de 2015

Toro en av, Luis Gonzales



Elefantes en Chiclayo

Calle Cuglievan

Hoy después de provocar a los hombres armados de la seguridad de un banco, haciéndoles señas de amenazas, me aburrí y me fui a dar una vuelta fuera(mis amigos se quedaron ahí, dentro del banco). Cuglievan. De pronto en una pared, un dibujo que yo he hecho hace meses.Ya lo había olvidado. Me he ido al toque al banco y le he pedido a mis amigos que vengan conmigo para que fotografíen con sus aparatos electrónicos a mi elefantito. Boquiabiertos sonriendo yo les decía: "en la noche que lo hice, la gente que pasaba por ahí, me decía: "ráyate el poto oe". Lánzate.



Soundtrack: Do I wanna know? (Artic Monkeys)

CASA BUQUE
Esquina Lora y Cordero con Bolívar. Chiclayo. Perú

Días antes he estado molesto.

Sentado en la vereda -al ocaso- me han sorprendido tres amigos encontrándome en plena calle. Luego nos hemos repartido y al final solo me he ido. Las mismas canciones de siempre, con el cosquilleo de duda: Do I wanna know?.

Casa buque le dicen, pero no me importa, he rayado rabioso, es más, el plan original fue dibujar el edificio del frente, pero no! (elegí lo torcido, lo parchado, lo exagerado). 

No podía sentarme bien en la vereda refunfuñando con un lápiz para evadirme de todo, pero no salió bien la locura a solas pues tres amigos me encontraron en plena calle.

La chuequez, en la noche oscura ya caminando a solas, anestesiándome a punta de soplidos y saltitos por la Grau: "a lo mejor mucho estoy recurriendo al drama show, a lo mejor el mundo gira bien".
Sentimiento mustío.

viernes, 30 de octubre de 2015

Mal conversador


La verdad que me moría de sueño (me muero de sueño). Por la U nos hemos amanecido un grupo de amigos. A las 8:00 am luego de haber comido arroz bien caliente con gallina bien dura. recién me siento a esperar dentro de un colectivo. Nadie más que yo en el carro, al rato llega el chofer y sonríe sin mirarme: ¿ya se habrá cansado jovencito, de estar sentado?- me pregunta. "No hay problema" -respondo.
- Esperemos dos minutitos y nos vamos joven.
- Le repito que por mí no hay problema señor.


Nadie más subió al colectivo y me dispuse a cerrar los ojos al primer rugido del motor del carro empezando la marcha rumbo a la urbanización donde vivo.

- Hoy juega el Aurich? ¿verdad joven?
- Ehmm, sí -(obviamente no tengo ni idea)
- Y es por la Libertadores ¿verdad joven?
- Ehmm, la verdad no sé. ¿El Aurich está en la Libertadores?. ?¡Qué bueno!.

Nada más hablamos. Vine el resto del camino mitad dormido y mitad mirando las fachadas de toda la avenida Grau y de la Prolongación Pacasmayo. Pago, bajo, camino siempre teniendo como juguete para los dedo, un encendedor pesado. Una llave, dos vueltas, una escalera, y por fin, mi cama.

Desactivar las alarmas.




Loco solo

Último día de un ciclo unviersitario.


- "Hasta se tiembla pipo".


Mi pata se reía mientras trataba de terminar rapidito una maqueta (que es la parte -tal vez única- formal en que ando metido, hacer maquetas y planos). Dos días encerrado con mi tocayo Pipo para medir al final de la noche de hoy rezando ya solito en un autopista rumbo a una farmacia: "dos días, uno despiertísimo, otro dormidísimo".

Cuando entré hoy al campus de la universidad luego de que no consiguiera mi receta anhelada en una lejana farmacia, he estado silbando para no pensar (pero era en vano, ninguna luz podía distraerme). De noche, terco he vuelto a ir a la misma farmacia donde me dijeron que no vuelva, y otra vez me dijeron que no hay lo que quiero: 

- "Con usted, son cuarenta personas que vienen por lo mismo". 

Me he acomodado los pelos apartándolos de mi cara y sin sonrisa me he quedado parado un par de horas en la noche escuchando unas aves lejanas, aves rayadas con nombres alucinantes: huerequeques, pero era en vano, ninguna luz (ni ninguna hembra huerequeque) me hubieran podido aliviar la násuea; ya en el último taxi del día mientras me acariciaba las barbas de loco desaliñado, el taxista me habló: 

- "Yo sé donde puedes conseguir lo que buscas".

Era en vano, el cansancio me había ganado, no le hice caso. No fui a ningún lado, sólo fui a dar dos vueltas (o tres) a la cerradura de la puerta de la calle de casa y subir sobándome la barriga que salta por ratos (y yo ni sé por qué). Los silbidos, la ducha caliente que me ha vuelto a la vida para reírme solito conmigo mismo recordando lo sucedido: el no encontrar recetas y negarme a seguir buscándolas.

Fin de la ducha, he salido a caminar rodeando una iglesia  (que no es iglesia sino secta) recordando los eventos sucedidos desde ayer: las yuquitas en una mesa, el gato Crispy, mi prendedera en una ventanita, el sueño infinito de Pipo, la banda brasileña Sepultura, los vagos del Callao y de apodos como "Torita", el café helado, la mujer incansable, el alejamiento de los grupos y de los amigos, el libro de José Ingenieros que encontré de casualidad por buscar papel para líar, mi papi, yo, el silencio, las vueltas en la cama, el recuerdo de siempre, el sosiego, el labio chupando pelos de barba, el parque de una amiga, mi tembladera, el sábado, el domingo, el lunes, las manos chuecas tecleando en automática inercia: "tlac tlac tlac", la locura, "tlac, tlac, tlac", las gracias y el sabor de la última dosis encontrada a última hora hoy, sintiendo como si fuera la primera vez en estas andadas. Cri. Cri. La gente delante mío buscando grillos para saltarles encima y despanzurrarlos, mi masaje en el cuello de una mujer mientras mi cabeza seguía en funcionamiento: todita la pensadera, sin descanso y la manía de calcular todo en tiempos exactos para hacer cada cosa (aunque casi siempre sin éxito a la hora de practicarlo), y el final constante: la náusea solitaria, como indicación de que todo esta yendo bien en la realidad. La demencia.

Días seguiditos sin parar, escuchando el apoyo mutuo: "no te duermas", la alucinación constante en una cabeza que raya con esquizofrenia. El fin de estos días, fuera de la tribu como chamán enajenado que se sienta en cuclillas para hacerse trenzas rojas. El dios sol que se me apaga y la canción final del último minuto para conmemorar cada día nuevo en un mundo que busca curar a sus mejores locos, el estribillo como coro diario vociferado para mí mismo: 

- "Todos vamos a morir".

martes, 15 de septiembre de 2015

EDIFICIO ATLAS. Avenida Sánchez Cerro, Piura


El ritual de caminar por todos los lados del objeto para empaparme y buscar la mejor escena para el objeto (mentira, casi siempre termino dibujando desde la misma dirección a todos los objetos). Una última ida y venida por la vía más angosta fumando y mirando el perfil de la calle, listo. El alzar los ojos (y pegar las hojas a un soporte) y empezar a chorrear el lápiz de arriba abajo y de izquierda a derecha, evitando la chuecuez (a veces sí y aveces no). En ésta intersección pareciera que se juntan todos los aires de Piura y te soplaran fortísimo, desde años atrás nos hemos dado cuenta de esto entre todos los compañeros que hemos pasado buena parte de nuestra juventud reuniéndonos en una plazuela que se encuentra muy cerca de aquí.

Un edificio que siempre me ha gustado incluso desde antes que dibujara arquitectura. Un edificio con tres frentes con sus partes bien definidas: el encuentro con el piso, el cuerpo y el remate, hasta pareciera que los carteles publicitarios que están en su último piso, le caen bien. En el primer nivel, muy público, hay tiendas desde la calle y un regalo del hombre que creó el edificio en su cabeza y pensó en darle algo a la gente, una marquesina como regalo para la ciudad que te cobija y te da sombra, y que diferencia, a su vez, la calle del cuerpo principal del edificio, la pausa también, lograda gracias a infinitos y pequeños planos verticales por encima de la marquesina y el giro del edificio en su esquina, mediante un plano vertical que amarra el cuerpo e indica además: "que aquí comienza una calle y empieza otra". Hay tantos gestos en sólo este edificio...

La modulación de la fachada, usando los muros para contener los servicios y los vacíos para grandes ventanales (configurando mitad lleno, mitad vacío) el remate final de la última losa, "ligera y finita" como oposición a los balcones pesados que amarran horizontalmente e ininterrumpidamente la fachada principal. Los servicios generales como volumen único en el último piso del edificio, todo parece tan bien pensado. Incluso en el trato de las medianeras (límite con la edificación vecina), aquí existe un plano vertical que sobresale y termina de enmarcar los balcones laterales. Hasta las carpinterías están controladas, son de un único tipo: de cuatro celdas verticales (en el caso de las mamparas a los extremos, son de seis celdas,y finalmente las ventanas pequeñas, de tres). Nada se escapa al azar.

Ocaso, los últimos rayones para finalmente pegar una hoja encima del dibujo recién hecho para evitar que se manche. Caminar una cuadra hasta la plazuela Merino, comprar en una tienda china, unos papelitos finitos y de reversa volver hasta a una agencia de buses para pensar una hora después en medio de la carretera Panamericana: ¿cuántos han levantado hoy la mirada queriendo descubrir qué es lo que dibujaba un hombre con cola de caballo?. ¿Cuántas personas han detenido su apuro para pararse en la calle y mirar junto conmigo un mismo objeto? ¿Cuántas personas se han detenido para disfrutar un momento de algo que les pertenece?. Su ciudad.

Muchos.

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Quién soy?


Mediante dibujos, relatos y fotografías, el autor, recorre cronológicamente más de tres años escuchando relatos de maestros -e historias de ciudad- entre ideas sueños y alucinaciones. La palabra rebelde y la música en la frente, el pensamiento riguroso: "Hay que tener principios".Las aulas en la universidad y los viajes por la Panamericana. La defensa de alguna causa: "pensar diferente". Y bueno... acabar la universidad.

Pedro Córdova

viernes, 4 de septiembre de 2015

Urban Sketchers Chiclayo

Durante mi último de año en la secundaria tuve un amigo que venido de Lima, formaría junto conmigo y otro muchacho, una banda de música   punk. Tocamos oficialmente durante poco más de un año. Tiempo después; no nos volveríamos a ver nunca más (mentira, sí) después de casi siete años desde la última vez, pasó por la ciudad donde actualmente vivo y nos vimos un rato en el parque principal (el encuentro fue soso, y por suerte, no duró mucho tiempo, me despedí de él y de su chica con la que estaba y me fui). Ahora llevaba entre mis manos un librito lleno de dibujos impresos en hojas brillosas que me acababa de regalar. Yo, feliz.

La publicación era el resumen de una jornada de dibujantes en una ciudad de España, lo he devorado mil veces, mirando cada dibujo. Apenas lo abrí por vez primera, sin querer, he activado y he relacionado una actividad que tácitamente he estado haciendo como intento de escape de la reality, no eran dibujos cualquiera, eran dibujos de lugares reales de la ciudad: calles, plazas, edificios, etc, ósea, un libro de dibujantes de la ciudad, y poco a poco, he caído en cuenta que esta actividad es una tendencia mundial y tiene nombre propio: los URBAN SKETCHERS. Una actividad de carácter casi lúdico que tiene reglas mínimas: dibujar "in situ" y plasmar fielmente la realidad. El resto son ganas.

En Chiclayo, ya había dibujado varios edificios y parques anteriormente, pero de forma espontánea y muy esporádicamente. Ahora, lo estoy haciendo como una forma de documentar la vida diaria de la ciudad donde vivo y con un poco más de cuidado al elegir un lugar específico de la ciudad para dibujarlo (y no dejarlo al azar por ejemplo), así fue que decidí dejar un día -sí o sí- a la semana e ir, pararme (o sentarme) y empezar a rayar en trazos las impresiones de mi ojo, con un tiempo límite: noventa minutos. Cuatro veces he ido. La primera vez con la duda si podría dibujar la esquina llena de recovecos de un edificio del centro, la segunda vez, sentado al ocaso mirando una iglesia. La tercera, aún somnoliento por la falta de costumbre de levantarme temprano dibujando un edificio que es un instituo de cocina, y la cuarta vez (la más reciente), frente a un hospital, cuestionándome sobre una de las reglas que me había propuesto cumplir (esta última vez, demoré más de noventa minutos). Lo importante eso sí, es no dejar nada a medias, se deben terminar de hacer los dibujos siempre.

Un dibujo cada semana para documentar toda una ciudad. Esta historia continuará...


EDIFICIO ATLAS, Chiclayo. 


IGLESIA SAN RAFAEL ARCANGEL, Chiclayo.

EDIFICIO CUMBRE, Chiclayo Perú.

HOSPITAL NAYLAMP, Chiclayo






domingo, 16 de agosto de 2015

Edificio Atlas

Chiclayo, Perú

Con el sol intenso en los ojos. Sentado en un banco (no de asiento; sino de esos que te prestan y te quitan la plata). Sentado en la puerta del Interbank, he estado interrumpiendo una cola de personas que querían entrar en la oficina y no podían porque les interrumpía el paso, mientras dibujaba un edificio blanco. Por más que me decían, no me movía... y desde un techo cercano, un espía que todo mira.

Por las callecitas, soplando canciones, luego de haber rayado.