sábado, 31 de agosto de 2013

Maratón Regional de Estudiantes de Arquitectura 2013

Recuerdos de MAREA 2013




Durante tres días del mes de mayo se llevó a cabo MAREA 2013 con la participación de todas las escuelas de arquitectura del departamento de Lambayeque. Para este año, la sede del evento fue la Universidad Señor de Sipán y según la modalidad, podrían participar grupos de 6 alumnos (que no necesariamente tenían que cursar el mismo semestre). Las universidades que se presentaron a la maratón, lo hicieron con un promedio de tres grupos por universidad, a excepción de la USS (con cuatro grupos). Al final confirmaron -también- su asistencia y participación, delegaciones de Piura, Trujillo y Lima. Para el primer día, se dieron dos conferencias a cargo de los arquitectos chiclayanos: Carlos -Chalo- Palomino y Eduardo Itabashi. Reflexiones en torno a la relación "pieza arquitectónica y pieza urbana". La tradición como sustento de uso de tecnologías adecuadas al presente y futuro (materialidad, condición ingrávida). Reflexiones sobre la Memoria, no sólo de los hombres, sino también de su ciudad, de donde siempre han estado sus recuerdos, recuerdos que hacemos nuestros aún sucedidos antes de nuestra existencia: la ciudad como memoria.

El primer día de conferencias, se llevó a cabo en el Gran Hotel de Turistas (Hoy casa Andina), que ha palabras de uno de los expositores había pasado de ser un hito de la arquitectura moderna del país a convertirse en una cosa con disfraz de "claun". Primera fecha con una asistencia masiva de estudiantes. Acabó el día con la llegada de la noche. Los chicos que participarían en la maratón tendrían que al día siguiente levantarse temprano para empezar un encierro de liberación. Amanece Viernes.

Viernes. Los grupos se juntaron en una aula de la Universidad Señor de Sipán y antes del mediodía ya todo estaba detallado. Ahí se presentó junto con los arquitectos Palomino e Itabashi, el arquitecto Boris Albornoz (Ecuador) y luego de explicarnos cuál era el problema para el ejercicio, nos invitaron a salir. Todos los grupos abandonaron el aula y se trasladaron al edificio recién terminado en la Sipán: la Biblioteca y aulario. Con los requisitos de ser dos grupos por salón divididos por un tabique de madera en un amplio salón, se revisó uno a un a lo estudiantes y se les retiró celulares, cuadernos y todo. Los materiales -iguales para todos- los entregarían los organizadores (COORNADEA). Desde la 1:00pm todos los grupos -que fueron 17 en total) ya estaban en sus salones con todo listo. Empezó.

Viernes de almuerzo, de risas entre grupos de seis y vistas hacia la carretera a Pimentel desde el edificio de la Biblioteca. Almuerzos y los muchachos encerrados (y organizadores y encargados recorriendo los pasillos). La noche trajo consigo el frío y también la solución. Imagino que para las nueve de la noche de ese viernes faltanto 16 horas para la entrega, cada grupo ya había definido q presentar. La llegada de los arquitectos. El abrir y cerrar de una puerta.

Chalo Palomino entró al salón junto con el arquitecto colombiano Lorenzo Castro, arquiiecto visitante y jurado del evento, quien empezó a entrar cada salón para ver lo que hacían los chicos. Los estudiantes le comentaban lo que pretendían y el arquitecto colombiano no decía nada, sólo ponía muecas indescriptibles,  sólo miraba, y muy poco decía. Nadie tenía pensado que llegarían a criticar los trabajos en las noches. Imagino que hubo quienes replantearon todo (e imagino también, que hubo quienes se sintieron cerca de ganar). La noche, la madrugada, el arroz chaufa chaufa, el paso de las horas, las salidas y entradas a los baños y uno que otro cigarrillo fumado sin tranquilidad, pues todo querían evitar humos dentro o fuera de los salones y el avance del reloj, tic tac, tic tac. La llegada de madrugada como el final: falta poco. El amanecer.

Sábado de mañana con comidas y energizantes enlatados con harta publicidad repartidos a los participantes. Los grupos presentaron como entrega final, láminas síntesis y maquetas a criterio del grupo. De los 17 grupos hubo variedad: hubo gente que durmió, otros que no, y hubo gente que siguió sin dormir por varios días más. Al final, al estilo cabina de internet te decía algún organizador que metía la cabeza al salón: "Les falta 10, chicos. 10 minutos". La boca abierta y volver a cerrarla y acabar de la manera que sea los que se quería presentar, pensando: "acaso, ¿se nos escapó el tiempo?". Y el final de todo. Los salones inundados de cartones y tapers de comida y aguas chorreando de acuarelas. Limpiar un poco y sobarse los ojos, ver cien chicos abandonando las aulas, abandonando la universidad. Sábado 1:00 de la tarde. Todo había acabado, fin de la maratón. 


2do puesto UDCH | Almanza - Córdova - Ibaceta - Llamosa - Puelles - Ruiz
Clausura y Premiación.

Al ocaso de ese mismo sábado los participantes y muchos más chicos asistieron otra vez al Gran Hotel de Turistas a escuchar las dos ponencias internacionales del evento, a cargo de los arquitectos Boris Albornoz y Lorenzo Castro. El auditorio oscuro y las largas conferencias. La noche, el encendido de luces y la premiación, lo más esperado por cien chicos camuflados entre otros cientos de asistentes. Con palabras finales y con una chica leyendo los tres trabajos seleccionados se cerró el capítulo de tres días de movidas: para el 1er lugar, el premio va para un grupo de la USAT (Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo), el segundo lugar para un grupo de la UDCH (Universidad de Chiclayo) y el tercer premio para la facultad limeña de la UNFV (Universidad Nacional Federico Villarreal. El problema era pues, cómo reactivar una zona del centro Monumental de la ciudad. El pasaje Woyke. 

La Maratón, en líneas general se llevó a cabo sin inconvenientes. Una sana competencia. Al final, los que no eran de Chiclayo volvieron a sus ciudades y los que eran de acá continuaron con sus labores académicas en las aulas. La MAREA 2013 daba paso a una nueva espera: MAREA 2014. ¿Te apuntas?. Hazlo Tú Mismo. Pensar y hacer.


Por P. Córdova


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