sábado, 18 de junio de 2011

Palabras

Letra de Los rodríguez: Palbras más, palabras menos


Palabras más, palabras menos

Palabras más o menos ayer me decías, palabras más o menos que no me quieres, palabras más o menos me estás dejando en cueros, palabras más palabras menos. Palabras más, palabras menos, es lo que menos te puedo dar, es lo de siempre, palabras nuevas, palabras llenas de remordimiento, palabras que se lleva el viento, palabras menos, palabras más. Palabras viejas, palabras sólo como pasatiempo, palabras que soplan en el viento, palabras fáciles de olvidar, palabras más o menos, las que hoy me duelen; palabras más o menos, sentimientos ajenos; palabras más o menos, palabras que pueden lastimar, palabras menos, palabras más.


Tangente

Va a ser la tensión con dolor estomacal o la felicidad.

Sólo estoy ansioso por taller, no me deben desaprobar, sino estoy perdido. Necesito aprobar. Dios mío. En julio acaba todo, sea el resultado que sea debo ir con Geká al mar a recostarme en el murito sonde siempre me gustó estar. Sol, “jaguayanas”, pantalones cortos y una camisa que no deja de saltar. Ir al mar y caminar por el malecón y por la calle paralela, la primera de adentro de la ciudad; tal vez Pimentel sea mi ciudad, en estos días donde recordé que Trujillo sea tal vez la tuya. No estaría mal aceptar meternos en nuestras vidas. La vaina es que no hay paso atrás, cuando nos juntemos no nos vamos a separar, como se dijo ese día, sería irreversible y algo está en riesgo: la humanidad. Sí te quiero y ya estoy aprendiendo a dejar de balbucear. Mi frase es: todo está bien y la tuya es: ala miércoles. Analgesia y sorpresa, la paz cuando nos encontramos, nuestro caos es la careta, como en los otros humanos (que) sus tatuajes son la careta, nosotros ya no necesitamos etiquetas si hay veces en que ya no sé en qué momento dejé de ser para mimetizarme, ahora soy tú y tú me dices: es como verme al espejo, es como (con movimiento de manitas) el otro pedazo siempre haya estado por ahí sin saber que se tenían que encontrar (se juntan las manitas). Es como… “¿qué más?”. Como. “qué más, duele la panza”. La realidad a las once, que amanezca pronto, desayunar, to bank, materiales, to-nine-ganyan. Casa to night, la night, Geká. Geká, te quiero y hasta he ensayado un te amo. Geká. Sigamos [ ] Casa, casa, teléfono casa decía ET. Bueno casa. Ir donde yessenia, los tragos, ayayai. La paz. Has llegado a la meta. Eres un buen bonsái. Ayayai, es intelectual, va conmigo (sí, no es calcular) como las piernas cruzadas y los cafés jamás tibios, como los gauloises, vamos a ver, a ver vamos, a ver, podríamos vivir juntos si tú quisieras. Desayunar, mirar sonrisas y mucha claridad; como le digo a papá: las cortinas son una solución forzada, los semáforos tampoco deberían existir. Campo Baeza. No se me sale de la cabeza la palabra arquitectura, la arquitectura, la a la arquitectura. Te agachas para delante despacito y te veo, podría pasar así horas. La claridad debe entrar por la pared lateral a dos diez del suelo que es blanco con pequitas, de la despreciada marmolina; carraspear. La manzana la patrocina, la vitaliza, como Nueva York en la panza de una tortuga que está patas arriba. El mundo está sobre cuatro elefantes y los elefantes sobre una tortuga (han de ser fuertes los elefantes para soportar un mundo). Fuerza Pechente, mamá lo quiere, tal vez los ojos de él le den pena a ella, los míos ya no ven bien, pero a veces veo tan claro, vos sabés, eso de lo verde que nada tiene que ver con planta sino a ese color que en la infancia se decía “verde caña”, me cortaba los dedos, como yessenia hace un año, que como soy escandaloso pensé que me rebanaba todo un pellejo de un dedo con su navaja, sangraba. Hoy nos vamos a ver, así somos los orgullosos, no consultamos ni nada, es obvio que tiene que pasar. La frase antepasada fue un “no voy a dar nada” y la otra un jajá por las webas. Turuú tururú cantaba la rana sobre el Camus que violaba por la cabeza a la indulgencia, era como si contara chistes, la mierda estaba en el baño, sí, pero fuera del wáter, preguntas de quién y yo te digo de Walter. Te asustas y un jajá ésta vez de verdad, “es esa tortuga de mierda que está que jode”, otro jajá, la ducha corriendo. “Y tarzán de los monos seguía corriendo, era en vano, no podía escapar de sí mismo, de sus pensamientos”, la náusea, jajá, los mocos carraspeaba, jabones palabra tachada, la nariz picaba, qué rico picaba, como una lombriz que salpicaba, hay que tener cuidado, usted sabe, siempre hay una cámara, pos es como todo, tengo o no tengo razón. Y de pronto la calma. El alma. Siempre anclando palabras para dejar la cadena de la otra que viene, palabras, las manos solitas, los mocos ¿los gorgojitos? papá me quería enseñar a escoger los arroces, yo nunca quería, era una cagada. Tachar más es que estás maquillándote más, yo nunca borro, siempre tacho, he peusto paréntesis a lo mucho. Armenia, el celeste más blanco más amarillo, la bandera ucraniana. El tajador rojo, la palabra anclada: tajador rojo, ojos… no no no no carraspeaba y lalalalá con un último ayyyyyyy de final, "es la chiquillada, pues, pos".


lunes, 13 de junio de 2011

...donde no haya llegado el hombre blanco

Cuando están tristes los indios y sobre todo las indias, tienen el rostro hermético, ningún músculo de su rostro se mueve, sus ojos están anegados de tristeza, pero jamás lloran. Pueden gemir pero no lloran, al moverme he lastimado el vientre de Zoraima, el dolor le hace soltar un grito. Entonces me levanto temeroso de que suceda otra vez, y voy a acostarme a otra hamaca. Finjo dormir. Un momento después, siento la presencia de Zoraima: tiene la costumbre de perfumarse chafando flores de naranjo y frotándose la piel con ellas. Esas flores las compra, mediante trueque, en bolistas a una india que, de vez en cuando, viene al poblado. Cuando despierto Zoraima sigue quieta. Ya ha salido el sol, son las ocho. La llevo a la playa y me tumbo en la arena seca. Trato de besarla, pero ella aprieta los labios. Estoy verdaderamente apesumbrado y no sé qué hacer, sino acariciarla y besarla para demostrarle que la quiero. Ni una palabra sale de su boca. Estoy en verdad turbado ante la simple idea de qué será la vida de ella cuando me haya marchado. Las palabras cesan.

(*) Pedazo de Papipllon de Charriere.


jueves, 9 de junio de 2011

Proyectos

Pero este sí sabe, si es un Mario Vargas Llosa. ¿Qué dirá el zambo no? Bien imbéeeeeeeeeeecil este gordo. JAJAJAJAJAJA. El otro, el arquitecto Carlos se sonríe maliciosamente ante la crítica de una maqueta, busca una mirada cómplice:

- Venga ¿qué le parece?.
- Totalmente mal. -le contesto.

(*) Nota: a imagen es de internet, puede tener derechos.


miércoles, 8 de junio de 2011

Diría

Marzo, abril, mayo –interferencias- algo duro, no documentado –interferencias. El sudor es salado y el hambre resistente. Hace demasiado calor. Sólo hace falta enfrentar todo lo planeado para hoy. Knock Out. Noqueado.

A la salida de las universidades, los alumnos son bullosos –interferencias. Qué calor que hace cuando ya no recuerdo cómo vivía en Piura.

Comida basura, hamburguesas y Coca Cola, goles estrellas del merchandansing. ¿Lo ves? Ya no tengo que decirte nada. Ni a vos ni a nadie.

Nunca se puede tan fácil el dicho: “Tiene solución ¿para qué te preocupas? No tiene solución ¿para qué te preocupas?”. Tacos apuraditos de una mujer al sol. “La hierba ya espera… preparada”: Hoy sólo tengo límites, esta madrugada siempre me parecerá tan corta; lo bueno: siempre, la nueva mañana.

Una parejita de novios, chicas de a tres y la song del momento. Savoir faire diría… Diría… Díria… “Qué calor y ya no recuerdo cómo vivía en Piura” –diría. Los ojos se caen como los hombros y los malabaristas de la calle, los aviones también se caen (no he viajado antes en avión). Me he prometido con Geká que nos iríamos a la sierra (nunca en mi vida he sentido real frío)… He soñado con tu mamá, confesándole lo que ya se presiente, unas lágrimas, una hierba, una Coca Cola y otra vez ahí esa frasecita, otra vez ahí: nuestro savoir faire. “Adelante camarada Petrovna”

- Y por detrás –diría, diría.


Apunte cualquiera de una "Típica existencia"

Miércoles 1:50pm .

Empezamos el tramo final de la semana. Ya estamos en clase de Computación y a las tres y media acaba; luego viene dibujo hasta las ocho y media. Luego viene hacer arquitectura a miniatura desde las ocho y media hasta las 6:30am. Desde las 11:00am de mañana hasta las 4:00pm también de mañana, en total quince horas. Deben hacerse los planos a detalle y una blanca maqueta generosa. Hoy arrancamos, primero los planos, todo acaba mañana a las once de la noche, con el final de la cátedra. Luego la pausa. Hasta el lunes.

Chiclayo –Perú a junio del 2011 (foto de internet)


martes, 7 de junio de 2011

Crucifijos

Inri
Le salí a buscar pero ya no estaba. Empecé entonces a vomitar de pena por no verle acá. La tengo que encontrar. Ahí va… Clavado. Cristo esta clavado.

Mis poderes son nada.
Tan normal, tan frágil, tan real.
Lo siento mucho, por el alejamiento. Sólo creía estar dolido. Guardo conmigo los mejores momentos de mi vida: cuando te reías conmigo. Te quiero mucho. Aún es un poquito duro, debo escucharte esta vez: Calma, tranquilo. Cómo quisiera dormirme en tu ombligo. Ligeros de piel. Asegúrame que nunca te dejaras caer. Te espero mujer. Por siempre.

Música del mal
Los hijos del sol son chicha roots, psicodélica. Pero como verdadera identificación power, no tan solo como tendencia, no sólo como snob. Real change es una canción de migra violenta. Cómo gritar.

Yuppies
Ahora pensando: desde que ella me dejó estoy descontrolado; como dicen los yuppies “nada tiene sentido!”. Ay cómo recuerdo a la perfección el vientre que me recibía. Sus manos blancas, delgadas. “No he podido actuar a la altura de la situación”. Tengo que ir cambiando. Hay verdes cigarrettes y leché.

Reencuentro
Me dijiste: me recordarás cuando corras y no puedas más. Me dijiste vuelve ya, de la tormenta no podrás escapar. Me dijiste que vuelva ya, soportarás un golpe más. Me viste llegar.

Esa ká
Siempre hay un día bueno. Parecías una peleadora de Pekín, nunca hubiera habido algo mejor que estar contigo como un diez de abril.