Jueves veintitrés de diciembre. Desde el lunes, hace que he aterrizado por aquí. Aún están tibias las maletas que trajo consigo Kristal y yo no he dejado de sentir ese movimiento interior que me incita a desplazarme. Mientras hojeo revistas camuflándome delante de todos veo el tránsito de toda la gente. Van vienen, otra vez van. Hay reuniones familiares de los que apellidan Gutiérrez, para hablar de navidad y saludarse entre los que han venido desde otras ciudades (donde sí se es feliz) para llegar finalmente hasta aquí, a esta fucking city (con cariño obviamente). Se ha decidido que la navidad venga a pasarse por estos lares. Van vienen, otra vez van. Ya terminé de leer la tercera revista y la he dejado caer sobre la mesa. Miro la hora para contar el camino que falta para el siguiente movimiento: cuarenta y cinco horas es lo que es. Hay que mantener las formas hasta ese momento. Navidad, navidad. En la Tierra y el mar.
- Jajajá
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