Ya, empecemos. Recorridos no sospechados y encuentros casuales y transversales. Una urbanización de nombre chévere: "Los Parques", y unas vueltas por ahí, y luego, trepados en un árbol bien arriba en la oscuridad confirmando que nadie mira arriba, que nadie estaba mirándonos, una tos y dos sonrisitas con la llamada de una hermana al teléfono de uno de los dos trepados en el árbol.
La bajada del árbol y la noche por el centro y la llegada hasta el borde del mercado modelo (que es la calle Arica): comer cachangas y champú y sonreír preguntándonos las capitales de varios países del mundo. El regreso del camino hasta la Plazuela Elías Aguirre y luego al atrio de la catedral Santa María donde echados en el atrio mirando el cielo veíamos las guirnaldas, mitad blancas y mitad moradas y las alfombras de flores con el entusiasmo de los cristianos saliendo de la iglesia y nosotros ahí acostados, recordando una pintura de Rafael Sanzio: "la Escuela de Atenas".
Los pucheros y chistes de mexicanos y la búsqueda de un dulce tradicional con nombre de mono rey: king kong y nada que nos animábamos. Terminamos caminando por el cruce de las avenidas Balta y Bolognesi y una procesión delante de nosotros. Nos hemos metido entre los fieles,entre los policías, entre los vestidos de morados, entre las chicas bonitas y entre los vendedores de salchipapas y churros. Nos hemos perdido entre la multitud y aún así, nos hemos encontrado con un amigo conocido, que venía a rezarle al Señor de los Milagros pidiéndole chamba mientras nosotros pedíamos a la señora encargada, más mayonesa para nuestros platitos de plástico.
Caminando por San José de saltitos en saltitos cruzamos la pista de Luis Gonzáles para no hacer tan aburrido el camino y ahí después de varias horas de apagar teléfonos y conversar de la belleza de los antiguos cines de Chiclayo, de esos que tenían una única gran sala: "Parecían de Broadway, varón". ¿Tú crees mi amigo?.
- Sí
Luis Gonzáles con Vicente de la Vega como despedida con un choque de puños y el apunte inmediato y con bastante borrones al reverso de un pasaje interprovincial ya pasado. El apunte necesario: "El Señor de los Milagros desborda creencias y toma avenidas enteras".
- ¿Acaso, no te gusta este olorcito a mirra de la procesión?
- Sí,al igual que las creencias latinoamericanas: "lo que importa es el corazón".
Putisimas riicas cachangas de mierda
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