Después de descordinaciones, malos entendidos, prietas caras y algunas ideas precipitadas, nos reencoontramos. Veo oficialmente a Carnero desde que se fue para su viaje. Ha sido bueno encontrarse con Yexe, Arnold y Carnero. Vimos por ahí a un exconocido con el cuerpo maltrecho, yo en el fondo me preocupaba: Debes comer amigo. Lástima que había que poner una pausa para cambiar de caminos. Hasta la próxima. Un texto y una pañoleta.
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