Aquí es Chiclayo, que si entras por el norte, vienes de Lambayeque y si sales por el sur llegarás a Trujillo y más tarde a Chimbote. No hace tanto calor por aquí (al menos no demasiado) y lo que refresca las caras es que hay mucho viento (y viento helado)
Una vez el arquitecto Itabashi preguntó a su clase: “A ver ¿cuántos chiclayanos de verdad hay aquí?”. Luego agregó: “Ya ven, ninguno". Y es que Chiclayo salió de la nada, era una pequeña villa que servía de lugar de paso, nada más. Acá la gente venía a vender sus productos o para pasar a otro lugar. A Chiclayo llegaban de Piura y desde Lima. Y desde Chiclayo nos íbamos desperdigando: podías irte a Bagua y a Jaén que son la entrada a la selva; o a Cajamarca, la ciudad que siempre está helada. Pero pasó que Chiclayo creció y miren, parece que todo fue acelerado, el crecimiento fue desordenado y mucha gente que originalmente no era de aquí empezó a asentarse en estas tierras, por eso es que Chiclayo actualmente es una mezcla de cajamarquinos, trujillanos, piuranos, venidos de Bagua, etc.… aunque todavía quedan algunos chiclayanos. El arquitecto suelta unas risas y agrega: “Pero volvamos a nuestra clase. Claros ejemplos de una buena arquitectura en Chiclayo, son las primeras casas que se construyeron en Santa Victoria”.
La playa: cerquita nomás del centro monumental, está Pimentel, con el título de “primer balneario turístico del norte” (a no más de 20 minutos). Y como todo lugar que tiene convivencia entre varias personas de varias edades, varios países, culturas idiomas, etc, hacen que de vez en cuando sea agradable irse un rato por allá: arena y mar (y en verano muchos vigilantes cuidando de que en los parques y playas no se huela ninguna hierba quemada). Pimentel aunque es chico, está en movimiento, aunque sólo por verano, a diferencia de Chiclayo, ciudad que siempre está en movimiento…
“Y vendrán más buses –sin parar- trayendo a la ciudad a compadres que no son de acá, pero pronto lo serán, al menos así lo sentirán. Chocaremos las manos diciendo: Bacán nuestro nuevo país el de acá”.
Chiclayo: Chiclayo es paja con todo, aunque tal vez esta percepción es sólo porque los hombres (al igual que los peces) al final pueden adaptarse a todo; pero lo que sí o sí es agradable en verdad, es ver como sacan del mar a millones de tollos(1) bebés, los sacan en caballitos de totora y a la ciudad se van en carros con una tonelada de hielos y también de sal. Impresionante, en el mar han de haber infinidad de peces; pero ya mañana habrá tiempo de continuar y terminar con el tour. Te dejo algo para que vayas repasando:
3 palabras: Soli, Púccha y Pachayo
3 potajes: Chinguirito, Zapallito Loche y Tortilla de raya.
3 letras: J. L. O.
(2) Fotografía Pool Porta.
Una vez el arquitecto Itabashi preguntó a su clase: “A ver ¿cuántos chiclayanos de verdad hay aquí?”. Luego agregó: “Ya ven, ninguno". Y es que Chiclayo salió de la nada, era una pequeña villa que servía de lugar de paso, nada más. Acá la gente venía a vender sus productos o para pasar a otro lugar. A Chiclayo llegaban de Piura y desde Lima. Y desde Chiclayo nos íbamos desperdigando: podías irte a Bagua y a Jaén que son la entrada a la selva; o a Cajamarca, la ciudad que siempre está helada. Pero pasó que Chiclayo creció y miren, parece que todo fue acelerado, el crecimiento fue desordenado y mucha gente que originalmente no era de aquí empezó a asentarse en estas tierras, por eso es que Chiclayo actualmente es una mezcla de cajamarquinos, trujillanos, piuranos, venidos de Bagua, etc.… aunque todavía quedan algunos chiclayanos. El arquitecto suelta unas risas y agrega: “Pero volvamos a nuestra clase. Claros ejemplos de una buena arquitectura en Chiclayo, son las primeras casas que se construyeron en Santa Victoria”.
La playa: cerquita nomás del centro monumental, está Pimentel, con el título de “primer balneario turístico del norte” (a no más de 20 minutos). Y como todo lugar que tiene convivencia entre varias personas de varias edades, varios países, culturas idiomas, etc, hacen que de vez en cuando sea agradable irse un rato por allá: arena y mar (y en verano muchos vigilantes cuidando de que en los parques y playas no se huela ninguna hierba quemada). Pimentel aunque es chico, está en movimiento, aunque sólo por verano, a diferencia de Chiclayo, ciudad que siempre está en movimiento…
“Y vendrán más buses –sin parar- trayendo a la ciudad a compadres que no son de acá, pero pronto lo serán, al menos así lo sentirán. Chocaremos las manos diciendo: Bacán nuestro nuevo país el de acá”.
Chiclayo: Chiclayo es paja con todo, aunque tal vez esta percepción es sólo porque los hombres (al igual que los peces) al final pueden adaptarse a todo; pero lo que sí o sí es agradable en verdad, es ver como sacan del mar a millones de tollos(1) bebés, los sacan en caballitos de totora y a la ciudad se van en carros con una tonelada de hielos y también de sal. Impresionante, en el mar han de haber infinidad de peces; pero ya mañana habrá tiempo de continuar y terminar con el tour. Te dejo algo para que vayas repasando:
3 palabras: Soli, Púccha y Pachayo
3 potajes: Chinguirito, Zapallito Loche y Tortilla de raya.
3 letras: J. L. O.
¡Welcome Chiclayo!
Ayayaú!
(1) Pescado delicioso con pinta de tiburón.(2) Fotografía Pool Porta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario