Que no, que no es una invasión.
Como fin de ciclo (julio 2013), la FAU organizó una parada de proyectos en unos módulos que están ubicados desde el verano en un espacio dentro de la U. Estos módulos cúbicos (de 2.20m de arista) tienen su historia.
Para la parada de proyectos se instalaron una serie de maquetas, láminas, composiciones en MDF y diseños gráficos realizados a lo largo del ciclo. Fueron ocho los módulos, aunque originalmente eran nueve, pero un buen día amaneció uno de los módulos desarmado (destruido), las palabras de algunos, reniegos de otros y conjuros de terceros. No se reconstruyó.
El primer Módulo. Construido por un maestro morropano. Aprender de primera mano la construcción en base a quincha. El maestro sudaba, hablaba doblaba cañas, se remangaba el pantalón de lino, se sobaba la cara, otra vez sudaba y todos preguntaban. El sol. Todos sudaban.
El primer Módulo. Construido por un maestro morropano. Aprender de primera mano la construcción en base a quincha. El maestro sudaba, hablaba doblaba cañas, se remangaba el pantalón de lino, se sobaba la cara, otra vez sudaba y todos preguntaban. El sol. Todos sudaban.
Los que hacían las preguntas eran mezclados casi cincuenta estudiantes entre los venidos de la PUCP de Lima (la mayoría) y una representación local (de la UDCH). Cuando la tarde empezaba, casi después del almuerzo, cada grupo de chicos (8 en total) cogió un espacio en una trama convenida.
Materialidad y objetivo. Se dieron a cada grupo ocho troncos y el resto… no hay. O el resto es todo. Se cogió cualquier material cercano al campus desde hierbas hasta vigas de fierro. Desde pizarras hasta persianas. Y otros se compraron, desde caña brava hasta agujas , desde sierras hasta WINSTONS rojos. Había que crear un lugar donde tú pudieras estar. Tu lugar. Lo importante es solucionar, no sorprender. Pensar dos cosas: 1. ¿dónde estamos? 2. ¿Con qué trabajar?. Ah! y algo extra ¿con cuánto tiempo disponemos?. Manos a la obra.
Materialidad y objetivo. Se dieron a cada grupo ocho troncos y el resto… no hay. O el resto es todo. Se cogió cualquier material cercano al campus desde hierbas hasta vigas de fierro. Desde pizarras hasta persianas. Y otros se compraron, desde caña brava hasta agujas , desde sierras hasta WINSTONS rojos. Había que crear un lugar donde tú pudieras estar. Tu lugar. Lo importante es solucionar, no sorprender. Pensar dos cosas: 1. ¿dónde estamos? 2. ¿Con qué trabajar?. Ah! y algo extra ¿con cuánto tiempo disponemos?. Manos a la obra.
Después del almuerzo de un miércoles se empezó a pensar qué hacer. El viernes por la mañana los trabajos ya estaban “bien plantados”, soberbios y cada uno con un sello propio. La cátedra conjunta para este ejercicio terminaban el protocolo antes de las tres de la tarde y por la noche nos volvíamos a juntar alumnos y maestros para compartir el final de una semana de intercambiar momentos, calor, energía, fatiga, y más energía.
Hubo más. El ejercicio de los módulos fue parte de una serie de actividades planteadas conjuntamente entre los arquitectos docentes de la FAU de la Católica con la FAU de la UDHC; hubo clases teóricas a cargo de los arquitectos limeños Brian Morris y Jean Pierre Crousse, una visita conjunta a las ruinas de Túcume y su museo de sitio y la trepada de un millón de escalones (todos disparejos) hasta el mirador para contemplar el valle; se hizo una visita al Hotel Los Horcones, y una reunión como fiesta final entre todos los involucrados. Para el domingo todos habían pensado una cosa: vamos a descansar.
Hasta el próximo Workshop
Fotos Najat J. Fernandez
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